Prevenciones y seguridad frente al COVID-19
Uso de las mascarillas
Las mascarillas ayudan a que si se estornuda o se tose los virus no salgan tanto al exterior, por lo tanto, es una buena medida para intentar reducir los contagios en una epidemia de un virus respiratorio. Por lo tanto, la medida está más pensada para contener el virus de las personas con síntomas que para las personas sanas. Un uso inadecuado de máscaras puede contribuir a su desabastecimiento en aquellas situaciones para las que están indicadas.
La Organización Mundial de la Salud, caso de que se requiera el uso de mascarillas, aconseja seguir estos consejos:
- Asegurarse de que cubre la boca y la nariz y ajustarla de manera firme para reducir al mínimo la separación entre la mascarilla y la cara.
- Evitar tocar la mascarilla cuando se lleva puesta.
- En el momento de sacarla, no tocarla por delante, sino por la cinta de atrás. Una vez se ha sacado, hay que lavarse las manos.
- Cuando la mascarilla esté húmeda, debe sustituirse por otra limpia y seca.
- Hay mascarillas desechables que deben rechazarse. No deben reciclarse para ahorrar, ya que no garantizan la protección.
Vacuna
Todavía no existe una vacuna para la COVID-19. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen en todo el mundo más de 20 vacunas en desarrollo y se han iniciado los ensayos clínicos. Pero la OMS calcula que tendrán que pasar entre 12 y 18 meses para que se pueda tener una vacuna disponible.