Hoy os dejamos la historia de vida de Mª Antonia ¡una mujer valiente y entregada a su familia!
Mari nació en Bélmez (Córdoba), el pueblo de sus padres, en el seno de una familia humilde y trabajadora. Su padre, agricultor, y su madre, ama de casa, se encargaron de dar lo mejor a su familia, formada por ambos junto a sus tres hijos. De los tres hermanos, Mari fue la mediana y recuerda haber vivido una infancia muy feliz. Fue al colegio hasta los 10 años, momento en el que se pone a aprender el oficio de costurera. Este aprendizaje le dio la oportunidad de trabajar durante muchos años.
A los 15 años conoce a Domingo, su actual marido, con el que contrae matrimonio a los 23 –le hemos pedido que nos cuente la receta mágica para conseguir un amor tan duradero-. Recién casados, la pareja decide emigrar a Alemania, para que Domingo busque trabajo y así poder tener un futuro mejor y más prometedor. Mari nos cuenta que decidió dejar su país por amor. Allí Domingo trabajó como mecánico de coches, y ella encontró un puesto de trabajo en los almacenes de herramientas de coches. Estas piezas iban ordenadas por códigos, y recuerda cómo consiguió aprenderse tantísimos números como consecuencia de trabajar muchas horas. Y es que nadie les contó la parte menos bonita de emigrar…
Lo más positivo de ese gran cambio que hicieron en su vida, fue sin duda la llegada de sus dos hijos, Domingo y Alba. Finalmente, unos años después la familia retorna a España y Mari comienza a trabajar como costurera. Nos cuenta que aunque trabajó para unos conocidos grandes almacenes, prefería trabajar por su cuenta.
Hoy día Mari vive con su marido, Domingo, y ambos reciben la ayuda de sus hijos. Ella acude cada día a Triana Quality desde hace más de dos años, y confiesa que le gusta venir “porque se ríe mucho”. Es una persona trabajadora y constante, cada día hace muchas actividades, y presta especial atención a la fisioterapia, para favorecer su estado físico. Mari invita a otras personas a venir a Triana Quality, ya que según ella, “aquí hay muy buena gente”.
¡Gracias por tus palabras, Mari!!